A 23 años del fallecimiento del ex Intendente de la ciudad, y en el marco del centenario de la fundación del Partido Demócrata Progresista, nos reunimos para recordarlo y homenajearlo. Comparto con ustedes mis palabras en esa ocasión.
Permítaseme compartir una vivencia personal para ilustrar el homenaje que queremos hacer hoy. Corrían los primeros meses de 2007, estábamos entrando en campaña electoral y, junto a un grupo de hombres y mujeres, preparábamos una propuesta para la ciudad que encabezaría Mario Barletta. Teníamos como una de las principales preocupaciones responder a la demanda de la ciudadanía de mayor transparencia, de honestidad, de volver a confiar en lo público, había sospechas y confirmaciones de corrupción y de corruptelas.
Desarrollamos entonces un programa de transparencia para el gobierno local. Como la mayoría éramos universitarios lo hicimos detallado punto por punto. Establecía el derecho a la información pública, el cumplimiento de los mecanismos legales para el acceso a la función pública, los concursos, la puesta en marcha de un artículo de una Ordenanza que se había sancionado años atrás y que establecía la Sindicatura General Municipal, y la publicación de los números del municipio.
Pero claro, eran medidas administrativas difíciles de comunicar. Teníamos que contarle a la ciudadanía de una manera más simple algo complejo y alguien, no recuerdo quién, tuvo una idea y dijo por qué no le ponemos proyecto Muttis. Porque con decir Muttis uno podía decir de manera simple, como el hombre y la mujer común comprenden, porque como siempre decimos nuestros ciudadanos son inteligentes pero no tienen tiempo para estar informándose.
Entonces hablamos con los amigos del Partido Demócrata Progresista que estaban integrándose a ese grupo, hablamos con Matilde (su mujer) que fue muy generosa y nos acompañó aquella mañana en que en la Universidad Católica de Santa Fe presentamos esa propuesta que después se transformó en gobierno… Y la primera Ordenanza que mandó el ya intendente Mario Barletta fue sobre acceso a la información pública y, aunque todavía nos queda mucho por hacer, esas medidas se fueron realizando.
¿Y por qué el hombre y la mujer común entendían con tanta facilidad, con tanta cercanía, que Muttis representaba eso? Porque la ciudad ya había recurrido a él en momentos difíciles, años muy complicados, de hiperinflación, de falta de confianza, de malos gobiernos y de malos ejemplos, y todos reconocimos en él a la persona que podía intentar volver a esa Santa Fe que todos soñamos.
Pero el homenaje no tiene que ver sólo con Muttis porque la vida de estos hombres y mujeres no se da en el vacío, se da en el contexto de grupos, de ciudades, y Muttis era un hombre de partido. Y seguramente esa aptitud que desplegó toda su vida fue fomentada en el PDP porque muchos de los que estamos acá podemos dar testimonio que los partidos, que no siempre tienen buena prensa, que a veces los vapulean un poco, son escuela de civilización, de valores, de enseñanzas. Y él había tomado lo mejor de ese viejo partido que, como decía David Giavedoni, comenzó su vida en la democracia argentina justamente detrás de estos valores. Con hombres como Lisandro de la Torre, Luciano Molinas, como tantos hombres y mujeres que, justamente, vinieron a traer eso de la inteligencia, de la probidad, de la idoneidad para ocupar los cargos públicos.
Y Santa Fe, la provincia y la ciudad, se destacan en la Argentina –y me decía un empresario importante del país, en una reunión en Rosario hace unos días, que en Santa Fe hay un clima diferente porque hay un clima de convivencia civilizada, de honestidad, de mayor transparencia en la función pública, de menos enfrentamiento. Y esto seguramente tiene que ver con muchas cosas pero, entre otras, con la presencia en esta provincia que vio nacer al Partido Demócrata Progresista que cumple por estos días 100 años. Así que éste es un homenaje a Enrique Muttis, ese hombre que representa lo mejor de los santafesinos, un homenaje al PDP, éstos son los motivos por los cuales estamos reunidos hoy.
¡Muchas gracias!