Concluyó una nueva edición del Callejero en nuestra ciudad. Una vez más Santa Fe transformó sus calles para que un circuito profesional surja en ellas. Con el trabajo de todos pudimos generar un evento de primer nivel, que se disfrutó en todo el país.
Los periodistas especializados y los propios pilotos la definen como una carrera única y una fecha especial en el año. Mucha gente ve a la ciudad y lo que es capaz a través de la televisión. Pero también es una cantidad enorme de turistas que llegan a Santa Fe para presenciar el callejero en vivo. La única carrera nocturna en latinoamérica genera esa atracción. Más de 125 mil personas participaron de esta edición. Entre ellos, decenas de ejecutivos de primera línea de diferentes empresas vinculadas a los autos, al Súper TC2000 y a los auspiciantes. Todos disfrutaron de los sabores de la gastronomía local y de nuestra cerveza artesanal, entre otras cosas.
Un reflejo de lo que significa esta competencia es que la capacidad hotelera de la ciudad estuvo colmada y muchas ciudades de la región recibieron turistas que no encontraron lugar en alguna de las 3.300 plazas de la capital. Esto generó que unos $ 70 millones ingresaran a la ciudad. No es dinero que ingresa al Municipio sino que es dinero que está en los hombres y mujeres que trabajaron durante el fin de semana. Es un beneficio excepcional, ya que no todos los fines de semana los hoteles y restaurantes están completos, las estaciones de servicio y los comercios tienen tal caudal de gente.
En esta edición el Súper TC 2000 fue más allá del circuito. Realizamos el segundo cruce del Túnel Subfluvial, una actividad que nos vincula con la capital vecina y que nos proyecta como área metropolitana. El norte de la ciudad fue participe con la caravana de autos clásicos y showcars que unieron el Jardín Botánico con la Estación Belgrano. En la recorrida, los vecinos disfrutaron de estos vehículos que tomaron parte del evento del fin de semana. También, los pilotos visitaron el Jardín Municipal de Las Flores y compartieron algunos momentos con los chicos, sus familias y las docentes.
Muchos vecinos preguntan si esos días en que tenemos que esquivar Alem, 27 de Febrero y los camiones pasan por otros recorridos, con las alteraciones al tránsito que esto significa, valen la pena. Observando los resultados pienso que sí, los números demuestran que es una inversión inteligente. Los beneficios que trae son más grandes que el esfuerzo que hacemos todos.
Los santafesinos sabemos, como ninguna ciudad en el país y como pocas ciudades en el mundo, hacer este evento realmente único. Si somos capaces de levantar un circuito en plena ciudad, es inimaginable lo que podemos realizar si trabajamos entre todos.
