La cuarta conferencia del Ciclo de Seminarios Web de Sembrar -el espacio de ideas que encabeza José Corral- puso la lupa en la educación en tiempos de COVID-19. El panel, que fue presentado por el dirigente santafesino de Juntos por el Cambio, estuvo moderado por Erika Figueroa, ex secretaria de Educación de la Municipalidad de Santa Fe, y contó con la exposición de la diputada nacional Brenda Austin y la especialista Gabriela Fairstein.
Entre los asistentes a la videoconferencia estuvieron legisladores nacionales, intendentes, concejales, presidentes comunales y dirigentes políticos y sociales de toda la provincia, pero también muchos docentes de nivel inicial, de primaria, secundaria y universitarios.
Durante la presentación, José Corral recordó que ya participaron del Ciclo de Seminarios Web los diputados nacionales Mario Negri y Fabio Quetglas, y el economista Martín Tetaz. Recordó que Sembrar es un espacio de ideas que nace de Juntos por el Cambio, pero con una vocación de convocatoria amplia. “Más que nunca las ideas son necesarias en este momento porque la humanidad está atravesando tiempos mucha incertidumbre”, manifestó el dirigente radical, y enfatizó que “hoy queremos conversar de Educación, que es un tema muy prioritario para todo este equipo de Juntos por el Cambio. La educación es la llave de la libertad, otra palabra que conviene subrayar en este desafío que enfrenta la humanidad y que despierta a veces regresiones autoritarias”.
Falta de planificación
En su exposición, Brenda Austin -actual diputada nacional por la UCR, y que fue también secretaria de Educación en la ciudad de Córdoba- lamentó que actualmente la educación no está puesta en el centro de la escena política, y que presenta enormes desafíos tanto como la cuestión sanitaria y económica. Apoyada en diferentes placas, se refirió a indicadores de la situación internacional, donde en abril el 91,3 % del total de estudiantes de todo el mundo no tuvieron clases presenciales, cifra que se redujo al 70,6 % en lo que va de mayo. En nuestro país, desde el 15 de marzo hay 14,2 millones de alumnos que no asisten a la escuela.
“Entramos en la cuarentena sin pensar cuál iba a ser la hoja de ruta que debían transitar las instituciones educativas. Hay que priorizar la educación y poner en el centro de la escena a las niñas y niños, pero hoy la escuela está ausente en el discurso público del Gobierno”, cuestionó, y recordó que el presidente Alberto Fernández en diferentes oportunidades que el regreso al aula no era prioritario.
Señaló que ante la imposibilidad de abrir las escuelas, se produjo una abrupta incorporación de la tecnología como herramienta para educar: “De un día para el otro, la virtualidad irrumpió en escuelas que no estaban preparadas, con docentes que no estaban preparados -y que hoy están agobiados-, y con contenidos que no estaban preparados”.
Para la diputada nacional, “la pandemia vino a poner una luz sobre los problemas estructurales de nuestras sociedades”, y en ese punto, dijo que “se van a ver frustradas muchas trayectorias educativas de nuestros estudiantes, amputando las posibilidades de desarrollo de miles de niñas y niños de nuestro país”.
En ese punto, mostró datos nacionales de acceso a conectividad que indican, por ejemplo, que 1 de cada 5 estudiantes de primaria no tienen acceso a internet en su casa.
Austin apuntó que habrá que ser muy inteligentes para que superada la pandemia, “logremos que los chicos vuelvan a la educación, para que vuelvan a sentir que la institución escolar es el espacio que les va a brindar la oportunidad de un futuro distinto”.
Valoró que a instancias del radicalismo, en la sesión del jueves pasado se logró reformar un artículo de la Ley de Educación Nacional, incorporando un párrafo para que sea obligación del Estado nacional “garantizar los recursos tecnológicos y de conectividad para que niñas, niños y adolescentes puedan acceder a la educación”.
Finalmente, resaltó que la pandemia “nos da la oportunidad de volver a pensarnos, y volver a mirar el sistema educativo para que cuando podamos volver a las aulas, volvamos mejor, con sistemas educativos más inclusivos y resilientes”.
Roles y vínculos
Por su parte, Gabriela Fairstein, educadora y especialista en la materia, destacó que “desde adentro de las escuelas me interesa llevar cierta tranquilidad: los docentes estamos acostumbrados a reorganizar el diseño curricular; estamos acostumbrados a perder días de clases por diferentes motivos. Desde afuera se teme que estemos ante una catástrofe pedagógica, pero hay muchísimos colegas pensando en cómo enfrentar este desafío”.
En ese punto, resaltó que “en educación nunca hay certezas, y a eso también estamos acostumbrados. Por eso estamos evaluando constantemente lo que hacemos”.
En su presentación, destacó que en este nuevo contexto, “me parece muy importante no presionar a los chicos y las familias para hacer en casa lo mismo que se estaría haciendo en la escuela. La continuidad pedagógica no puede convertirse en una sobrecarga para las familias y que termine arruinando los vínculos familiares. Por el contrario: la escuela puede ayudar a sobrellevar el encierro de 24 horas los 7 días de la semana de niños y adultos, porque es especialista en infancia y es garante de los derechos de los niños”.
Y en ese sentido, remarcó que “la educación no tiene solo sentido en relación al futuro, sino también al presente: hacerles más llevaderos el presente es también un rol de la escuela. Y por eso hay que explicarle a los adultos cómo acompañar a los chicos. Estamos colocando a los padres en un rol de socios del sistema educativo, poniéndolos en un lugar que todavía no ocupaban, y por eso también hay que ayudarlos a comprender ese nuevo rol”.
Finalmente, apuntó que en este contexto, “la sociedad está advirtiendo el rol del docente, y entendiendo que no puede ser reemplazado fácilmente por una máquina. Los docentes, que han sido siempre tan vapuleados por el Estado argentino, con condiciones salariales por debajo de lo esperado, hoy están siendo puestos en valor por esta situación”.